. Itá Pucú: una chica que se llamaba Mirí, estaba locamente enamorada de Itá Cada atardecer después de su trabajo, Itá iba hasta el cañaveral cerca del lago, ahí donde estaba la choza de Mirí. Ella, siempre estaba espe- rándolo, muchas veces triste, a causa de un sufrimiento callado, pero él no la amaba y nunca le preguntó el porqué. Y de repente, un día Itá se fue sin decirle nada. Mirí lo estaba esperando en vano. Creía que algo muy importante le habría pasado y salió a buscarlo. Fue a su casa, a su tribu, lo buscó en otras regiones, pero nada. Desesperada regresó, cuando no creía que volvería a verlo y, lo encontró. Él estaba allí, fuerte, tranquilo, no se había movido del lugar, pero estaba con otra mujer. Mirí se acercó y lo llamó, pero él no contestó. Ento